“Carne Débil”: el escándalo de la carne en Brasil y sus consecuencias Internacionales

La Policía Federal brasileña realizó el operativo Carne Débil sobre 20 establecimientos frigoríficos del país, en donde encontró evidencia de adulteración de productos cárnicos para la exportación y consumo interno. Entre estos se encontraban BRF y JBS, dos grandes multinacionales de alimentación.

Por un lado, BRF es dueña de Sadia y Perdigao; pero además posee ocho plantas en Argentina, donde compró las marcas emblemáticas: Vienísima; Avex; Bocatti; Campo Austral y Tres Cruces. Por el otro, JBS es conocida en Brasil por la marca Friboi, también tiene una fuerte presencia en Argentina con Swift y Cabaña Las Lilas.

Según comunicó Mauricio Moscardi, jefe de la Policía Federal, se descubrió que dichas empresas «usaban ácidos (entre ellos el ascórbico, un cancerígeno) y otros productos químicos, en algunos casos cancerígenos, para disimular las características físicas del producto podrido y su olor».

Además, se relacionó el caso con toda una cadena de sobornos. Durante la investigación, las autoridades encontraron carne en mal estado en el frigorífico Peccin, que estaba sospechado de pagar sobornos para evitar controles. El director de de BRF habría pagado coimas para evitar que cierren una planta en Mineiros luego de que en Europa detectaran cargamentos con salmonella. Y JBS, compañía líder en la venta de carne de pollo, pagó para que le permitieran extender la fecha de vencimiento de productos que no había logrado vender.

En esta operación policial, se emitieron 27 órdenes de captura contra empleados públicos, entre ellos varios fiscales sanitarios. Por ahora, ya se han arrestado 38 personas entre los cuales hay funcionarios de gobierno. Finalmente, el ministro Maggi declaró que se habían suspendido las licencias de exportación de 21 frigoríficos.

 

Cierre de las importaciones

Brasil es un importante exportador de carne de pollo, cerdo y vaca a 160 países. Entre sus clientes destaca Hong Kong y China, seguidos de Egipto, Rusia e Irán (ver gráfico adjunto). Como era de esperar, las autoridades sanitarias de estos países ya han reaccionado ante el escándalo. Destacamos la reacción del gobierno chino, quien prohibió todo tipo de importaciones y decidió incluso impedir que carnes ya embarcadas sean depositadas en los puertos. Considerando que en 2016, China adquirió hasta la tercera parte del total exportado de Brasil, 1.600 millones de dólares de los frigoríficos de Brasil, estamos ante una crisis comercial muy importante.

La Unión Europea (UE), otro de los grandes compradores de carne brasileña, ordenó también controles más estrictos y pidió información detallada al país sudamericano así como frenar las importacions procedentes de JBS y BRF.

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Fuente informativa: CLARÍN