Gestión integrada: el camino a la excelencia

integracioPara dar respuesta a las exigencias de un entorno cada vez más complejo y globalizado, un buen número de empresas y organizaciones tienen implantadas herramientas avanzadas de gestión de la calidad, la prevención de riesgos laborales o el medio ambiente, entre otras áreas clave. En la mayoría de los casos, se trata de sistemas basados en estándares certificables, entre los que destacan las normas ISO 9001, OHSAS 18001, ISO 14001 o EMAS III. Existen también otros estándares de carácter sectorial como, por ejemplo, las normas ISO 22000, BRC o IFS en el ámbito de la seguridad alimentaria.

A fin de aprovechar al máximo los beneficios de una adecuada gestión y optimizar recursos, cada vez más organizaciones han decidido dar un paso más e integrar los distintos sistemas de gestión en uno solo: el Sistema Integrado de Gestión (SIG). Este proceso de integración es un reto complejo, que demanda un firme compromiso de la dirección y la implicación de todo el personal. También supone un cambio de mentalidad: hay que vencer la resistencia al cambio, dejar atrás la visión de la organización como un conjunto de departamentos estancos y pasar a concebirla como un sistema de procesos interrelacionados. Para que estos procesos se desarrollen eficientemente resulta indispensable una cooperación fluida entre todos integrantes de la organización.

En la práctica, la integración de sistemas comprenderá desde aspectos generales, como una política empresarial que reúna principios y objetivos comunes -en materia de calidad, sostenibilidad, seguridad laboral, responsabilidad social, etc.-, hasta elementos más concretos como, por ejemplo, un sistema de documentación compartido.

Así, aunque suele requerir un importante esfuerzo inicial, la gestión integrada reporta una serie de ventajas que pueden ser determinantes para la competitividad de las empresas que la aplican. Entre ellas, destaca la racionalización y el ahorro de tiempo y recursos, el establecimiento de sinergias entre los distintos procesos y departamentos, así como una mayor visión de conjunto que favorece el diseño y la implantación de estrategias de éxito.

Todo ello contribuye a mejorar los resultados de la empresa y se traduce en unas relaciones mutuamente beneficiosas con los diferentes agentes con los que interactúa: trabajadores, socios, colaboradores, clientes, sociedad, etc. Cabe destacar, asimismo, que la integración de sistemas no es válida únicamente para empresas de cualquier sector de actividad, sino que también es aplicable a otro tipo de organizaciones, como las administraciones públicas, para la mejora de la eficiencia y el servicio al ciudadano.

En definitiva, un sistema integrado de gestión constituye una herramienta idónea para situar a la organización en el camino de la mejora continua y la excelencia. Con ello sale ganando la propia organización, pero también el conjunto de la sociedad a la que presta sus servicios.


Eugeni Garcia Rierola

Licenciado en Sociología. Profesor del Máster en gestión integrada y normas de certificación
(Universitat de Vic – BTC Centro de Estudios Superiores).
E-mail: eugeni.garcia@btcces.com