Dióxido de titanio: el uso como aditivo alimentario de E171 ya no se considera seguro

La EFSA (European Food Safety Agency) ha actualizado su evaluación de la seguridad del aditivo alimentario dióxido de titanio (E171), tras la petición realizada por la Comisión Europea en marzo de 2020. 

Qué es el dióxido de titánio?

El dióxido de titanio se utiliza como colorante alimentario (E171) y, como ocurre con todos los colorantes alimentarios, su función tecnológica es hacer que los alimentos sean más atractivos visualmente, dar color a alimentos que de otro modo serían incoloros o devolverles su aspecto original. El dióxido de titanio también está presente en cosméticos, pinturas y medicamentos.

Puede encontrar más información sobre el trabajo de la EFSA en el ámbito de los aditivos alimentarios en la web de la EFSA.

Evaluación de la genotoxicidad 

La genotoxicidad se refiere a la capacidad de una sustancia química de dañar el ADN, el material genético de las células. Dado que la genotoxicidad puede producir efectos carcinógenos, es esencial evaluar el posible efecto genotóxico de una sustancia para determinar su seguridad.

El profesor Matthew Wright, miembro de la comisión técnica de la FAF y también presidente del grupo de trabajo de la EFSA sobre el E 171, dijo: «Aunque las pruebas de los efectos tóxicos generales no eran completamente concluyentes, sobre la base de los nuevos datos y los métodos reforzados que utilizamos, no pudimos descartar la preocupación por la genotoxicidad y, en consecuencia, no pudimos establecer un nivel seguro para la ingesta diaria del aditivo alimentario».

Los gestores del riesgo de la Comisión Europea y de los Estados miembros de la UE han sido informados de las conclusiones de la EFSA y estudiarán las medidas adecuadas para garantizar la protección de los consumidores.

¿Qué alimentos contienen dióxido de titanio?

Las principales categorías de alimentos que contribuyen a la exposición dietética del E171 son los productos de panadería fina, las sopas, los caldos y las salsas (con respecto a los bebés, los niños pequeños y los adolescentes), y las sopas, los caldos, las salsas, las ensaladas y las pastas saladas para bocadillos (niños, adultos y ancianos). Los frutos de cascara procesados son también una de las principales categorías de alimentos que contribuyen a la exposición de los adultos y ancianos.

¿Qué dice la EFSA en su dictamen de 2021 sobre la seguridad del dióxido de titanio como aditivo alimentario?

Después de realizar una revisión de todas las pruebas científicas pertinentes disponibles, la EFSA concluyó que no puede descartarse la preocupación por la genotoxicidad relacionada con las partículas de TiO2. Basándose en esta preocupación, los expertos de la EFSA ya no consideran seguro el dióxido de titanio cuando se utiliza como aditivo alimentario. Esto significa que no puede establecerse una ingesta diaria admisible (IDA) para el E171.

La evaluación de la EFSA está relacionada con los riesgos del TiO2 utilizado como aditivo alimentario, no con otros usos.

¿Debo dejar de consumir productos que contengan TiO2?

Aunque las pruebas de los efectos tóxicos generales no eran completamente concluyentes, sobre la base de los nuevos datos y los métodos reforzados utilizados, nuestros científicos no pudieron descartar la preocupación por la genotoxicidad y, en consecuencia, no pudieron establecer un nivel seguro para la ingesta diaria de TiO2 como aditivo alimentario.

En su papel de gestores del riesgo, la Comisión Europea y los Estados miembros reflexionarán ahora sobre el asesoramiento científico de la EFSA y decidirán las medidas reglamentarias adecuadas o los consejos para los consumidores.

¿Prohíbe la EFSA el dióxido de titanio?

El papel de la EFSA se limitó a evaluar los riesgos relacionados con el dióxido de titanio como aditivo alimentario. Esto incluía una evaluación de la información científica pertinente sobre el TiO2, su toxicidad potencial y las estimaciones de la exposición alimentaria humana. Cualquier decisión legislativa o reglamentaria sobre las autorizaciones de aditivos es responsabilidad de los gestores del riesgo (es decir, la Comisión Europea y los Estados miembros).

¿Y ahora qué?

El asesoramiento científico de la EFSA será utilizado por los gestores del riesgo (la Comisión Europea, los Estados miembros) para informar de cualquier decisión que tomen sobre posibles acciones reguladoras.

 

Fuente de información: EFSA