Se desarrolla el primer aditivo para envases alimentarios que elimina la listeria

Un equipo de investigadores españoles ha desarrollado el primer aditivo para envases alimentarios que tiene la capacidad de eliminar la Listeria monocytogenes, la bacteria que causa la listeriosis y que durante los últimos meses ha provocado 3 muertes y 7 abortos.

La empresa emergente Encapsulae y el Instituto de Cerámica y Vidrio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) son los responsales de la creación del nuevo aditivo.

Las pruebas que ya se han realizado “in vitro” han demostrado que el nuevo aditivo reduce de una forma “drástica” la población de bacterias, ya que en 24 horas pasaron de 100.000 unidades formadoras de colonia a cero.

Según la información facilitada por el CSIC, la dosis con capacidad de infectar es aquella que es superior a 100.000 unidades por porción ingerida.

El profesor José Francisco Fernández Lozano, del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC, ha explicado que el encapsulado del nuevo aditivo en el envase plástico genera una superficie de contacto que impide el crecimiento de las bacterias, y ha subrayado que el efecto se ha demostrado también en el caso de la “Listeria monocytogenes”.

De esta manera, según los investigadores, un “simple” envase de plástico aumenta la seguridad alimentaria y previene las graves infecciones causadas por esta bacteria.

La listeriosis tiene poca morbilidad (se dan pocos casos de infección) pero una muy alta mortalidad, de aproximadamente un 30 por ciento, que en el caso de grupos sensibles, como ancianos o fetos, se eleva aún más, hasta el 70 por ciento.

Durante el año 2017, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria registró 2.480 casos de listeriosis en la Unión Europea, causando un total de 227 muertes, y ese año en España los casos confirmados ascendieron a 284.

 

Las listerias, una bacteria muy resistente

Listeria monocytogenes es una bacteria que puede causar una enfermedad transmitida por los alimentos, la listeriosis.

Es una bacteria ampliamente distribuida en la naturaleza. Los animales y el ser humano actúan, en general, como portadores subclínicos. Es muy resistente en el medio ambiente y a menudo es muy difícil de erradicar en establecimientos de fabricación de producto alimenticios.

Listeria monocytogenes, a diferencia de otras bacterias, es resistente al frío, se multiplica a temperaturas de refrigeración (de 2ºC a 6ªC) hasta alcanzar cifras significativas. Soporta temperaturas de pasteurización bajas pero las temperaturas de cocción, de más de 65ºC la matan. Es frecuente encontrar L. monocytogenes en alimentos que han sufrido un tratamiento térmico y que se vuelven a contaminar posteriormente.

La probabilidad de enfermar por la ingestión de L. monocytogenes es mayor en los grupos de población vulnerables – personas con inmunodeficiencia, personas mayores, mujeres embarazadas y niños recién nacidos – que en la población general.

Las mujeres embarazadas deben evitar comer productos susceptibles de contener Listeria, porque La Listeria se puede transmitir al feto por la placenta, o al bebé por el canal del parto, con consecuencias graves, ya que se ha asociado a meningitis, parto prematuro, aborto y muerte.

El período de incubación varía entre 1 y 90 días desde la exposición, cosa que puede hacer muy difícil identificar el alimento implicado.

Síntomas

La listeriosis puede causar una variedad de síntomas. En una gran parte de la población Listeria puede causar una afección leve con fiebre y diarrea. En determinados grupos de población especialmente sensibles pueden causar una enfermedad grave.

En mujeres embarazadas puede causar fiebre, fatiga y dolores musculares. La listeria puede transmitir al feto por la placenta, o al bebé por el canal del parto, con consecuencias graves, ya que puede causar aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro o infecciones potencialmente mortales en el recién nacido.

En el caso de personas inmunodeprimidas y gente mayor de 65 años puede dar lugar a infecciones graves con septicemia, meningitis, encefalitis, o afectar a otras partes cuerpo. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio y convulsiones, además de fiebre y dolores musculares. La enfermedad es mortal en una proporción importante de casos, pudiendo llegar hasta el 30%.

Alimentos de riesgo

Los alimentos de mayor riesgo son el siguientes: 

  • Leche cruda (directa de vaca, oveja o cabra sin tratar ni hervir).
  • Quesos blandos hechos con leche no pasterizada
  • Germinados crudos.
  • Pescado ahumado.
  • Carnes y derivados no cocinados o loncheados (embutidos envasados).
  • Frutas y verduras troceadas con antelación al consumo (se tienen que lavar, pelar y trocear justo en el momento del consumo).
  • Verduras crudas que no han sido limpiadas y desinfectadas.
  • Alimentos sobrantes.

¿Qué se puede hacer para prevenir la listeriosis?

Listeria es resistente al frío y puede crecer a bajas temperaturas pero el calor lo destruye.

  • Los grupos de riesgo tienen que conocer los alimentos de riesgo y evitar su consumo o consumirles previo tratamiento térmico además de 70 °C.
  • No consumir leche cruda (sin pasterizar) ni los quesos blandos que se hacen con ella. Comprobadlo en la etiqueta o preguntad al vendedor.
  • Evitar embutidos, productos càrnicos rebanados, patés refrigerados, pescado ahumado, carnes crudas, salchichas u hot dogs. Es pueden consumir si se cocinan o calientan además de 70 °C (hasta que salga vapor) antes de comerlos.
  • Respetar las fechas de caducidad de los alimentos que se mantienen refrigerados.
  • Las sobras se tienen que calentar intensamente antes de consumirlas. Calentar en 70 °C o hasta que salga vapor. No consumir nunca alimentos sobrantes que no puedan ser recalentados intensamente justo antes del consumo, como por ejemplo ensaladas, ensaladas de pasta, de patata, de hortalizas, con salsas, etc.
  • Guardar las sobras a la nevera a menos de 4 °C lo antes posible (máximo 2 horas después de su preparación), en recipientes con tapa, y consumirlas antes de que pasen 2 a 3 días. También se pueden congelar el día de la preparación si se tienen que guardar más días.
  • Los vegetales que se tengan que consumir crudos se tienen que lavar y/o pelar en condiciones higiénicas justo antes de su consumo. Las verduras crudas se tienen que desinfectar en una solución hipoclorito en dosis indicadas por el fabricado durante 5 minutos.
  • Mantener siempre la temperatura de la nevera por debajo de los 4 °C.
  • Mantener la máxima higiene (utensilios, manos y superficies limpias) y cumplir las cuatro normas fundamentales de seguridad alimenticia (limpiar, separar, cocer y enfriar).

Fuente de información: EFEAGRO y Gencat