La Policía Federal brasileña realizó el operativo Carne Débil sobre 20 establecimientos frigoríficos del país, en donde encontró evidencia de adulteración de productos cárnicos para la exportación y consumo interno. Entre estos se encontraban BRF y JBS, dos grandes multinacionales de alimentación.
Brasil es un importante exportador de carne de pollo, cerdo y vaca a 160 países. Entre sus clientes destaca Hong Kong y China, seguidos de Egipto, Rusia e Irán (ver gráfico adjunto). Como era de esperar, las autoridades sanitarias de estos países ya han reaccionado ante el escándalo. Destacamos la reacción del gobierno chino, quien prohibió todo tipo de importaciones y decidió incluso impedir que carnes ya embarcadas sean depositadas en los puertos. Considerando que en 2016, China adquirió hasta la tercera parte del total exportado de Brasil, 1.600 millones de dólares de los frigoríficos de Brasil, estamos ante una crisis comercial muy importante.
La Unión Europea (UE), otro de los grandes compradores de carne brasileña, ordenó también controles más estrictos y pidió información detallada al país sudamericano así como frenar las importacions procedentes de JBS y BRF.