Durante los meses de verano acostumbramos a comer mucho más fuera de casa llevando comida a la playa, a la montaña, a la piscina, al parque, etc. En condiciones idóneas, esto siginificaría un mayor riesgo. Pero, el aumento de las temepraturas en esta época del año, favorece la proliferación de microorganismos en los alimentos, según advierte la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP).