Según el último informe publicado este mes de abril por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), una proporción considerable de bacterias Salmonella y Campylobacter siguen siendo resistentes a los antibióticos administrados habitualmente a seres humanos y animales, al igual que en años anteriores.