La organización de consumidores Foodwatch Holanda ha denunciado varios productos de marcas como Kellogg’s o Starbucks, logrando que retiren el mensaje «sin azúcares añadidos» de productos en los que lo utilizaban sin ser verdad, siendo un claro fraude al consumidor. Y es que si un consumidor cree en este tipo de publicidad y no lee el detalle de los ingredientes de las etiquetas de los productos, podría estar consumiendo alimentos que sí incluyen una forma de azúcar que ha sido añadida, por ejemplo, pasta de dátiles, concentrado de zumo de manzana, jarabe de remolacha azucarera, entre otros.