Nueva ISO 9001 de gestión de la calidad

ISO 9001- 2015Fiel a la filosofía de mejora continua que promueve para las organizaciones, la ISO (International Standards Organization) revisa periódicamente sus propias normas con el fin de actualizarlas y adecuar sus requisitos a los nuevos retos y tendencias en materia de gestión.

Desde el año 2012 una de las normas ISO más emblemáticas, la «ISO 9001 Sistemas de gestión de la calidad. Requisitos», está siendo revisada y actualizada. Este proceso dará lugar a una nueva versión del estándar, la ISO 9001:2015, cuya publicación definitiva está prevista para finales de este año. Las empresas que cuenten con el certificado ISO 9001:2008 dispondrán de un período de transición de 3 años para actualizar su certificación.

Esta es la quinta revisión a la que se somete la ISO 9001, desde su aparición en 1987, e incorpora cambios sustanciales respecto a la versión de 2008. Junto con una revisión de la terminología, la nueva ISO 9001:2015 presenta también una nueva estructura de contenidos, pasando de 8 secciones a 10. Algunos apartados cambian de denominación y se añaden las secciones 9 «Evaluación del Desempeño» y  10 «Mejora».

Así, el índice de la nueva ISO 9001:2015 queda de la siguiente forma:

  1. Alcance
  2. Referencias Normativas
  3. Términos y Definiciones
  4. Contexto de la Organización
  5. Liderazgo
  6. Planificación
  7. Soporte
  8. Operación
  9. Evaluación del Desempeño
  10. Mejora

Aunque por el momento sólo disponemos de borradores de la nueva versión, que pueden estar sujetos cambios de última hora, a continuación señalamos algunas de las novedades más relevantes que aporta la norma ISO 9001:2015:

  • Referencia explícita a la generación de servicios. En anteriores versiones de la norma se hablaba únicamente de «productos», quedando implícita la referencia a servicios, mientras que en la nueva norma se habla explícitamente de «productos y servicios». Con ello, queda claro que la norma de gestión de la calidad no se dirige únicamente a empresas productoras de bienes físicos sino también a las proveedoras de todo tipo de servicios.
  • Mayor implicación de la dirección en el Sistema de Gestión de la Calidad. La cláusula «Responsabilidad de la Dirección» pasa a titularse «Liderazgo», y se insiste en la necesidad de que la alta dirección se involucre de lleno en las actividades clave del sistema de gestión de la calidad, en lugar de simplemente asegurar que estas actividades se llevan a cabo. En este sentido, se elimina la referencia al «representante de la dirección» a fin de reforzar la idea de que el sistema de gestión debe estar plenamente integrado en el día a día de la empresa y en la mentalidad de sus directivos, en lugar de operar como un sistema independiente.
  • Mayor énfasis en el análisis y comprensión de la organización y de su entorno. Se añaden nuevos requisitos relativos a la necesidad de identificar explícitamente los factores internos y externos que pueden afectar al desempeño de la organización en materia de calidad, así como a la comprensión de las necesidades y expectativas de las partes interesadas.
  • Profundización en el enfoque basado en procesos. Si bien este principio ya estaba presente en la versión de 2008, la nueva norma insiste y profundiza en él, exponiéndolo de forma más explícita y estableciendo requisitos más específicos para facilitar su adopción.
  • Insistencia en la necesidad de prevenir riesgos y aprovechar oportunidades de mejora. Se insiste en que la organización debe especificar por adelantado todos los riesgos que amenazan su desempeño en materia de calidad, y establecer estrategias para mitigarlos o eliminarlos. Si bien desaparece el concepto de «acción preventiva», se insiste en la idea de que el SGC debe actuar como una herramienta de prevención de riesgos. Asimismo, las organizaciones deben adoptar las medidas necesarias para aprovechar las oportunidades que se presenten para mejorar la capacidad de su SGC con el fin de proporcionar los resultados esperados.
  • Simplificación y mayor flexibilidad del sistema documental. Los registros y documentos pasan a llamarse «información documentada». Ésta es la información que la organización debe obtener, mantener y controlar, si bien la ISO 9001:2015 no prescribe formatos ni métodos específicos de almacenamiento. También se hace hincapié en el uso de herramientas tecnológicas para la gestión documental.
  • Introducción del concepto de «Gestión del cambio», muy ligado a los modelos de Excelencia.

Además de estos cambios, con la nueva redacción de la norma se ha buscado también facilitar la interpretación y la aplicación práctica de sus requisitos. Estos requisitos son ahora más explícitos y fáciles de entender. Por ejemplo, en lo que se refiere al conocimiento de la organización y su contexto, o a la adopción de un enfoque basado en procesos, la nueva norma es más clara y aplicable.

Eugeni Garcia Rierola
Licenciado en sociología.
Profesor del Máster en Gestión Integrada y Normas de Certificación de la Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya.
E-mail: eugeni.garcia@btcces.com