Tecnología alimentaria y sociedad actual
Progresivamente, la industria alimentaria ha dejado de ser artesanal para tecnificarse, evolucionando para incorporar métodos de producción y tecnología avanzada, debido a un cambio constante en las necesidades del consumidor fruto de cómo han evolucionado las pautas del comportamiento humano en todo lo relacionado con esta área.
Como consecuencia de ello se derivan una serie de factores como por ejemplo; que cada vez tiende a organizarse, el ser humano, en grandes núcleos de población con unos nuevos hábitos y costumbres; el cambio fundamental del papel de la mujer en la sociedad, con la incorporación de la mujer en el mundo laboral creándose nuevos hábitos con menor dedicación a actividades domésticas (tendencia a igualar los roles en el hogar entre hombres y mujeres); la globalización, lo que hace que antes se hacía cotidianamente en el hogar se deja ahora en manos de la industria alimentaria…
Estos factores, entre otros, hacen que se vaya creando una industria cuyo fin es proporcionar alimentos en forma de productos parcial o totalmente cocinados de una manera cómoda y conveniente con los actuales hábitos de vida, y, en principio, cuidando la salubridad, además del paladar y la conservación lo máximo que permita la tecnología.
Todo ello lleva implícito que la industria alimentaria haya obtenido un alto grado de sofisticación en su b, y entiendo, que le crea la necesidad de cambio en las técnicas modernas, siempre incorporando las tecnología más reciente, persiguiendo la eficacia, la calidad, la reducción de costes, la innovación y el prestigio de las marcas, involucrando de manera inmediata los progresos en innovación e investigación.
Tiene además un gran efecto en otros sectores con los que se relaciona, en especial, los dedicados a la fabricación de envases y al transporte.
Como contrapartida, o aspectos negativos, que lleva aparejada toda esta tecnología alimentaria que, a mi modo de ver, ha revolucionado el mercado, es que acaba concentrándose en pocas empresas (multinacionales) en detrimento de pequeñas empresas que no son tan competitivas y que son absorbidas, fusionadas o desaparecen. También el hecho de estar en una economía liberal y globalizada necesita de disponer de una tecnología alimentaria puntera y viable económicamente.
Por todo ello, y a modo de conclusión, hace que sea necesario la existencia de agencias u organismos públicos que velen porque toda esta tecnología no sólo sea beneficiosa para las empresas (reducción de costos, máximo rendimiento,…), sino que también lo sea para la población, redunde en su beneficio y en su salud, y no sólo para mejorar la cuenta de resultados de las grandes multinacionales del sector.
Jesús Ortega
Alumno Postgrado Calidad y Seguridad Alimentaria