¿Qué es el aprendizaje invertido?
La realidad de la vida con todos sus adelantos tecnológicos y el progreso del conocimiento, impone la necesidad de plantearnos que también tengamos que cambiar el modo de transmitir ese conocimiento. En este sentido ya señalo John Dewey, hace muchos años, que “si enseñamos a los alumnos de hoy como lo hicimos con los de ayer, les robaremos el mañana”.
Hablar de aprendizaje invertido, no es hablar de un método nuevo, sino que se trata de volver a un sistema que invierte el método tradicional de enseñanza, llevando la instrucción directa fuera de clase y trayendo a la clase lo que tradicionalmente era la tarea para realizar en casa. Es un modelo de aprendizaje donde los alumnos son el centro del aprendizaje y no el producto de la escolarización.
De esta manera, se ofrece más tiempo para el aprendizaje durante las clases y así lograr el mejor uso del tiempo en el aula. Por otro lado, permite al profesor poder dedicarse en clase a explorar temas con mayor profundidad y a los alumnos poder participar activamente en la formación de su conocimiento. Todo ello presupone un trabajo previo del profesor mediante videos y lecciones interactivas… para que el alumno asimile los contenidos antes de ir a clase.
En este sistema, los profesores observan y evalúan continuamente a sus alumnos, lo que comporta también un asesoramiento académico constante y por lo tanto mayor dedicación. Por su parte propicia que los alumnos se relacionen entre sí para mejorar su trabajo, acepten las críticas constructivas, asimilen y comprendan mejor la información. Todo ello fomenta en el alumnado su autonomía, espíritu crítico y madurez.
En definitiva, este método de aprendizaje no es otra cosa que un enfoque cuyo objetivo es facilitar el desarrollo de competencias que mejorarán la preparación de los alumnos para el mundo laboral, si bien la enseñanza inversa ni es para todo el mundo ni todas las asignaturas se acomodan a esta metodología.
Irene de Grandes
BTC Centro de Estudios Superiores