El panga, un peligro para la salud de los consumidores? (Parte 2)

En los últimos años, se ha hablado y escrito mucho sobre el panga, un pez que ha estado rodeado de polémica desde que comenzó a importarse en España, de forma masiva. Su bajo precio los convierte en el alimento perfecto para las empresas de catering, por eso están incluidos en menús de colegios, guarderías y otros comedores sociales como residencias de ancianos, etc. Las opiniones sobre el panga han sido muy diversas a lo largo de estos años, y su publicidad a veces no ha sido nada favorable.

Si repasamos las opiniones efectuadas por parte de otros organismos que no sea únicamente la OCU nos encontramos con los siguientes dictámenes en referencia al pescado panga:

La Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó (en agosto de 2008) en su página web una Guía elaborada junto al UNEP (Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas) que pretende informar sobre el potencial impacto de la exposición a mercurio y ayudar, en la medida de lo posible, a la identificación de grupos de población que puedan estar en peligro. Según AESAN, la pregunta que se plantean es: ¿Se puede consumir el pescado panga y perca sin riesgos? Desde AESAN confían en los controles por las autoridades sanitarias de los puestos de inspección fronterizos y establecimientos autorizados por la Unión Europea así como el cumplimiento de la legislación Europea. Estos controles incluyen controles físicos, realizando análisis de laboratorio. Si se detectan sustancias prohibidas o no autorizadas, además de rechazar inmediatamente el producto, se intensifican los controles de las expediciones de la misma procedencia y, en caso necesario, la UE puede adoptar medidas de salvaguardia, incluso con nuevas inspecciones sobre el terreno y en última instancia se pueden prohibir las importaciones. Además, sin perjuicio de los controles que pueda ser sometido a la frontera, las Comunidades Autónomas podrán realizar controles cuando el pescado está ya en los canales de comercialización en España.

Por un lado, en relación a la presencia de mercurio, teniendo en cuenta que el mercurio es uno de los contaminantes habituales en los alimentos, y que se encuentra en el mar como consecuencia de la contaminación industrial y medioambiental, alegan que no es extraño encontrar ciertos niveles y que los valores analizando no son ni tóxicos ni preocupantes para la salud de los consumidores. Teniendo en cuenta la ingesta semanal tolerable provisional adoptada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). En cuanto a las recomendaciones al consumidor, la AESAN, dice que no se puede comer más de una vez a la semana panga en mujeres embarazadas y niños, el resto de la población no puede comer más de dos veces a la semana. Por otra parte, en relación a la presencia de residuos de trifluralina, una sustancia activa con acción herbicida y los usos no están autorizados actualmente en la UE, no por cuestiones de seguridad al consumidor sino especialmente medioambientales, dada su persistencia en el medio marino, su bioacumulación y su toxicidad para los peces. En cuanto a los peligros para los consumidores que pueda comportar su presencia en el pescado, se apoyan con expertos de la UE (EFSA) que coinciden con que los residuos mencionados son una sustancia que no tiene efectos tóxicos preocupantes a corto plazo. Las evaluaciones de riesgo asociadas a la ingesta crónica de pescado con residuos como la trifluoralina, los niveles hipotéticos no supondrían ni el 1% de la Ingesta diaria admisible. Así pues, desde AESAN se puede concluir que no se identifican problemas de seguridad alimentaria para los consumidores, incluidos grupos vulnerables de la población como los niños.

El Ministerio de Sanidad y Consumo, aclara que los agentes detectados en el panga importado de Vietnam no comportan peligro para la salud humana según la normativa europea (30 de enero de 2009). Las partidas de panga que entran en los puertos son analizadas por los servicios de Inspección Fronteriza de la Subdirección de Sanidad Exterior de este Ministerio. Se someten a controles documentales, de identidad y físicos, de acuerdo con la Directiva 97/78.

Por tanto, de este extenso debate con opiniones tan diversas, podemos extraer varias conclusiones. Por un lado, si hablamos de seguridad alimentaria, prácticamente podemos asegurar que la ingesta de panga no conlleva ningún tipo de peligro más allá de las intrínsecas a la tipología de alimento que se trata, y sólo tenemos que seguir las indicaciones y las recomendaciones de ingesta de este producto. Por otro lado, observamos la competencia que conlleva el panga a nivel del propio mercado, produciendo y generando controversias de todo tipo entre los productores de este sector hacia el panga. Por último, podríamos llamar el debate de carácter ético y moral que conlleva la producción de panga en Vietnam, siendo seguramente este punto lo que realmente se convierte en un argumento de peso para contradecir la producción masiva, debido a problemas relacionados con el ámbito social y de explotación de los trabajadores en este país, pero que ya son temas que no forman parte de la seguridad alimentaria.

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Francesc Xavier Hernández
Técnico de Calidad y Seguridad Alimentaria