La importancia de los E.P.I
Por un simple acto de relación directa siempre que pensamos en prevención de riesgos o seguridad laboral lo primero que nos viene a la cabeza son los EPI.
Es cierto que los EPI son una de las partes importantes de la prevención, pero eso no quita que haya otros componentes muy importantes o que su uso deba hacerse de una forma estudiada, concienciada y responsable.
Los EPI son aquellos equipos que protegen y minimizan las consecuencias de los accidentes, por ello se debe tener un especial cuidado en su elección.
A que debemos dar prioridad en su elección? Los EPI se utilizan en un plazo largo de tiempo de la jornada laboral, y además de tener una tarea protectora también deben tener un grado de comodidad elevado.
Cuando se escoge un EPI hay que tener en cuenta varias cosas, las más importantes:
- ¿Qué parte del cuerpo queremos proteger.
- ¿De qué queremos proteger.
- Material
- Condiciones térmicas.
- Condiciones químicas
- Condiciones físicas
- Se han de compatibilizar en otros equipos de protección.
- ¿Quién los va a utilizar?
Con las respuestas a estas cuatro preguntas básicas, podremos hacer una elección correcta de los EPI.
¿Y por qué estas preguntas?
No sólo tenemos que buscar un EPI que proteja la parte concreta del cuerpo, sino que además tenemos que garantizar su resistencia y su adaptación a los usuarios. Los materiales con los que se trabaja en las empresas, tienen unas características especiales en cada caso, por su composición química o física, así encontramos materiales corrosivos, explosivos, tóxicos, asfixiantes, alucinógenos, cancerígenos, mutágenos, radiactivos, etc.
Pero también tenemos que conocer el entorno donde se realizan las tareas, así tenemos que ver: las superficies de trabajo, la composición de las superficies de contacto, las temperaturas de contacto y las ambientales, la concentración o cantidad de los contaminantes.
Con estos datos podremos determinar cual es el mejor material de composición de los EPI a utilizar, ya que el comportamiento de cada material es diferente tanto por su resistencia como por su grado de deterioro. Así pues el pvc, el PVA, el nitrilo, el poliuretano, el poliestireno, el caucho, el látex, las siliconas, la celulosa o el carbón activo, se comportan de diferente forma ante los mismos elementos.
Su resistencia y fiabilidad es diferente, y esto hará que un equipo sea el idóneo para una tarea o no lo sea, creando una situación de menos protección y un coste directo más elevado.
El propio RD 773/1997 de 30 de mayo, de uso de equipos de protección individual facilita una tabla para poder hacer un estudio preliminar.
Debemos tener presente que los EPI deben tratarse de forma especial, podríamos decir que como si fueran un medicamento, cada equipo sirve para una protección concreta y aunque nos proteja la parte del cuerpo deseada, no nos garantiza su protección.
Recordemos también que:
- Con cada equipo de protección entregado a los trabajadores debe haber un recibo de entrega firmado por quien lo reciba.
- Los trabajadores deben recibir formación e información sobre su uso.
- El coste de los EPI deben ser totalmente a cargo de la empresa.
- Los trabajadores tienen la obligación de mantenerlos y guardarlos correctamente.
- Es preciso tener en cuenta las fechas de caducidad y en especial los de clase III deben estar revisados de forma periódica.
Si llevamos a cabo todos estos puntos, la protección será más efectiva y los coste del EPI más bajo.
Màrius Martí
Responsable de Prevención de Riesgos Laborales en PIMEC