La motivación un aspecto imprescindible en la Prevención de Riesgos Laborales
Las personas necesitan sentirse valoradas y apreciadas en su entorno laboral. Quieren que sus esfuerzos sean reconocidos, por ello es importante que los puestos de trabajo se perciban como espacios seguros y agradables, para poder cumplir sus metas personales y lograr un desarrollo personal enriquecedor y continuado.
La motivación en el trabajo hace referencia al esfuerzo que las personas están dispuestas a iniciar y mantener en sus puestos de trabajo (Vroom, 1982). Está relacionada con aquellos procesos que dan cuenta de la intensidad, dirección y persistencia del esfuerzo de un individuo para conseguir una meta determinada (Robbins, 2004). Cuando hablamos de intensidad nos referimos a la medición del esfuerzo que se deberá canalizar en la dirección de la meta deseada, y, que la persona utiliza para alcanzar su objetivo. La persistencia se refiere a la duración de dicho esfuerzo.
Dentro del ámbito laboral, es importante estimular e implantar acciones que estimulen la motivación, ya que mediante la misma, el empresario podrá conseguir que la organización funcione correctamente y que los trabajadores se sientan más satisfechos. Por tanto, la motivación es un factor emocional básico, que permite realizar las actividades diarias en el trabajo sin apatía y sin cargas.
Muchas empresas optan por la elaboración de planes de motivación laboral porque se han dado cuenta que la gran mayoría de personas no realizan un trabajo únicamente por dinero.
Diversos estudios han identificado una serie de técnicas eficaces para la motivación y para la elaboración de este tipo de planes.
1) Reconocimiento
Se trata del conjunto de técnicas orientadas a garantizar la satisfacción de las personas tanto en el desempeño de sus funciones como en el logro de sus propias expectativas y abarcan aspectos como:
- Premiar los logros en el trabajo tanto económicamente como a través de reconocimientos e incentivos como viajes, actividades lúdicas, regalos, etc.
- Facilitar la promoción. Los empleados debe estar convencidos de que si se esfuerzan y trabajan con calidad acabarán logrando mejoras y ascensos en la empresa.
- Proponer retos. A la mayoría de personas les encantan los retos, pues son una forma de demostrar su valía y de superarse, sobre todo si van acompañados de algún tipo de recompensa: felicitaciones, ascensos, aumento de sueldo, etc.
- Facilitar y promover la formación constante de los trabajadores supone múltiples ventajas: se consigue una mayor calidad del trabajo, la empresa cuenta con profesionales más capaces y los empleados ven aumentada su autoestima y satisfacción.
2) Búsqueda de la ubicación ideal
No todas las personas somos válidas para todos los trabajos pero lo que sí es cierto es que todos tenemos un perfil determinado que encaja mucho mejor en unos tareas o puestos que en otros.
3) Asignación de responsabilidades
La organización es vital para la tranquilidad y motivación del empleado. Todos tienen que saber cuál es su función, objetivos y hasta donde llega su responsabilidad.
4) Promoción de la salud laboral y la prevención de riesgos
Entendido no sólo como aplicación de lo que dice la Ley sobre normativa de seguridad o uso de equipos de protección, sino también como un filosofía dentro de la organización basada en la implicación de todos en la promoción de la salud y el bienestar en cualquier detalle: higiene y comodidad en el puesto de trabajo, medidas anti estrés, etc.
5) Promover la participación
Se debe buscar el consenso en todas las decisiones de la empresa, involucrando intensamente a los empleados. Es la única forma de conseguir la fidelidad del trabajador y su identificación con la organización.
La decisión de las empresas de emplear todos los recursos y esfuerzos para conseguir la satisfacción y motivación laboral de sus trabajadores no deja de ser una inversión con retorno positivo. Cuanto más motivados y satisfechos estén los trabajadores, mayor será su productividad y rentabilidad.
Aurea Delgado Peix