¿Qué es el síndrome del túnel carpiano y cómo prevenirlo?
El síndrome del túnel carpiano (STC) es la compresión del nervio mediano al atravesar el túnel carpiano a la altura de la muñeca. Esta compresión se debe a un aumento de la presión dentro del canal carpiano.
Pero, ¿qué es el túnel carpiano?
El túnel carpiano es un paso estrecho en la base de la mano y está formado por huesos y un ligamento. El conjunto de esta estructura protege a los tendones que flexionan los dedos y el nervio mediano, que va desde el antebrazo hasta la mano y que constrola tanto la sensibilidad de los dedos (excepto del pequeño) como el movimiento de los usos de la base del pulgar.
¿Cuáles son las causas del síndrome del túner carpiano?
En la mayoría de casos, la aparición del síndrome no es fruto de una única causa, sino de la combinación de varios factores:
- La predisposición genética: hay personas que nacen con el menor túnel carpiano.
Algunas enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, u otras que provocan lesiones en los nervios, como la diabetes. - Traumatismos, fracturas u otras lesiones de la muñeca.
- La acumulación de líquidos corporales, frecuente durante el embarazo o la menopausia.
- La obesidad.
- El sexo: este síndrome es más común en mujeres que en varones.
- La edad: afecta a personas de entre 30 y 60 años, especialmente a las que tienen más de 55 años.
- Las actividades profesionales o recreativas que impliquen movimientos repetitivos, vibratorios o que requieran el uso de la fuerza. Aunque no se ha podido demostrar científicamente que sean causa directa del síndrome del túnel carpiano, se cree que pueden llegar a dañar el nervio o agravar su lesión.
¿Qué síntomas se pueden tener?
Los síntomas suelen aparecer de forma progresiva e intermitente. Acostumbran a manifestarse durante la noche o al realizar determinadas actividades que implican la flexión continuada de la muñeca, como conducir, hablar por teléfono o leer. Sin embargo, con el paso del tiempo pueden acabar experimentándose durante todo el día.
El síndrome del túnel carpiano puede provocar entumecimiento y/o hormigueo en los dedos de la mano (excepto el pequeño) y en la palma, así como dolor que se puede irradiar en todo el brazo.
Otro síntoma habitual es la debilidad, que puede dificultar acciones tan cotidianas como tomar objetos o abrocharse los botones de la camisa.
¿Cómo conseguir un diagnóstico del síndrome del túnel carpiano?
Es necesario realizar una exploración física de las manos, muñecas y brazos para valorar aspectos como la sensibilidad y la fuerza muscular. También se pueden realizar pruebas específicas para provocar la aparición de los síntomas. Las pruebas más utilizadas son:
- Signo de Tinel: presionar la muñeca o golpearlo con un martillo de reflejos.
- Maniobra de Phalen. Se trata de que el paciente mantenga las dos muñecas flexionadas a noventa grados durante un minuto.
- También se pueden realizar pruebas de electrodiagnóstico. Estas pruebas permiten evaluar el grado de afectación del nervio mediano y ayudan a confirmar el diagnóstico y determinar la opción de tratamiento. Las más utilizadas son la electromiografía y el estudio de conducción nerviosa. Consisten en colocar electrodos y aplicar pequeñas descargas eléctricas para medir la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos.
¿Cómo tratar el síndrome del túnel carpiano?
Ante todo hay que tratar las enfermedades que puedan contribuir a la aparición del síndrome del túnel carpiano (las causas). Paralelamente, se recomienda hacer reposo de la mano y muñeca afectados, evitar las actividades o posturas que pueden provocar o agravar los síntomas, aplicar frío y tomar medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, como ibuprofeno.
A partir de ahí hay varias opciones terapéuticas disponibles:
- Férula de inmovilización. Se suele utilizar durante la noche para impedir la irritación del nervio mediano al flexionar la muñeca mientras se duerme. Sin embargo, también se puede utilizar durante el día mientras se realizan actividades que pueden agravar los síntomas.
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento. Son útiles cuando los síntomas son leves y ayudan a restaurar la fuerza y la movilidad de la mano afectada. Se recomienda realizarlos bajo la supervisión de un profesional especializado, como un fisioterapeuta.
- Infiltraciones con cortisona. Ayudan a reducir la inflamación y, por tanto, la presión en el nervio mediano, lo que permite recuperar la funcionalidad de la mano afectada. Es un procedimiento muy sencillo que se puede realizar de forma ambulatoria. Está indicado en casos leves y moderados y de corta duración.
- Cirugía. Puede ser adecuada en casos graves o que no responden a los tratamientos anteriores. Consiste en cortar el ligamento del túnel carpiano para aliviar la presión sobre el nervio mediano. Se realiza con anestesia local y no requiere hospitalización. Después de la intervención, los tejidos del ligamento vuelven a crecer ya unirse de forma gradual, pero dejan más espacio al nervio.
Mover o sacudir la mano puede aliviar los síntomas temporalmente.
¿Cómo prevenir el síndrome del túnel carpiano?
Hay algunos consejos que pueden ayudar a evitar tensión y lesiones en muñecas y manos:
- Evitar la realización de movimientos repetitivos con las manos y/o las muñecas durante períodos de tiempo prolongados. Es necesario descansar periódicamente y estirar y doblar las manos y las muñecas suavemente.
- Utilizar el antebrazo o el brazo entero en lugar de sólo la muñeca o la mano.
- Sostener objetos con las palmas abiertas.
- Mejorar el entorno de trabajo (modificar procedimientos, utilizar dispositivos de soporte, etc.). Se puede acudir a un terapeuta ocupacional.
- Adoptar una postura correcta.
- Mantener un peso saludable.