La prevención de riesgos laborales infiltrada
En los últimos años están proliferando los programas de televisión que intentan reflejar la realidad del mundo laboral ante la opinión pública de la mano de personajes famosos o de fórmulas de intercambio de roles.
Estamos hablando por ejemplo de programas como “Pesadilla en la cocina”, donde un cocinero mediático destapa las miserias sanitarias de un restaurante o las malas praxis en materia de prevención de riesgos laborales de empresarios y trabajadores.
En el programa “Trabajo Temporal” de la 1 sorprendemos también a Carolina Cerezuela haciendo de policía sin ninguna formación y a Yolanda Martin Berrocal elaborando embutidos en una máquina sin las protecciones adecuadas, o cortando carne sin guantes protectores ni conocimientos mínimos sobre cómo hacerlo.
Aún así, estos dos casos de programa televisivo presuponen un cierto folklorismo o lucimiento de sus protagonistas famosos y podríamos, en una aproximación generosa, considerarlos más próximos a un show donde la élite se intentar mezclar con la masa, que de un deseo de reflejar la realidad objetiva.
No podemos verlo de la misma forma en el programa “El jefe infiltrado”, donde los protagonistas son trabajadores y jefes y el objetivo es que las cosas se hagan y se muestren tal como ocurren en realidad. En cada una de las emisiones aparecen decenas de incumplimientos de la ley de prevención de riesgos laborales y, aunque en parte se critican en un estadio posterior, el jefe infiltrado permite estos incumplimientos, los sufre y para colmo participa de ellos.
Algunos de los incumplimientos son debidos directamente a la dirección de la empresa: falta de entrega de EPIS, información y formación inexistente, procesos realizados sin un adecuado estudio ergonómico, falta de equipos de trabajo adecuados, falta de instrucciones adecuadas, nula vigilancia de la salud… Muchos de los problemas también parten de los trabajadores: utilización de maquinaria y herramientas no usando protecciones, descuidos, pillerías, falta de responsabilidad…
Los que se ocupan de la prevención sufren de ciertos escalofríos con estos ejemplos, ya que muchas veces participan de problemas con la inspección, la justicia,…, por hechos mínimos en relación con estas muestras públicas de malas prácticas. Y seguramente alucinan cuando al final del programa se pasan de puntillas las chapuzas de la empresa, se citan brevemente las malas prácticas y se premia casi siempre a todo el mundo. Vaya, como en la realidad misma.
Es como si hubiera un programa de televisión que aireara los incumplimientos con hacienda de cualquier empresa, se le dijera “malo, malo” y después le regalaran a usted un viaje a una isla caribeña porque si hizo algo ilegal era por la alta presión que tenía, por su situación personal o por que otro año ya pagó demasiado. Cuando vuelva del viaje, ya será usted un hombre nuevo.
Seguro que a los inspectores de sanidad algún restaurador les habrá citado a Chicote para excusarse con algún “detallito” de su establecimiento. Habrá que ir tomando nota del jefe infiltrado…
Dolors Tartera
BTC Centro de Estudios Superiores