Los TME protagonizan la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo de 2021
Prevenir los trastornos musculoesqueléticos (TME) relacionados con el trabajo es responsabilidad de todos. La EU-OSHA y sus socios van a celebrar la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo de este 2021 (del 25 al 29 de octubre).
Aproximadamente tres de cada cinco trabajadores de la Unión Europea comunican sufrir TME, de acuerdo con los datos de la sexta Encuesta Europea sobre las condiciones de trabajo padecen trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo (TME)
Los TME de origen laboral son alteraciones que sufren las estructuras corporales como los músculos, articulaciones o tendones, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo o los efectos del entorno laboral inmediato. Pueden deteriorar significativamente la calidad de vida y la capacidad laboral de una persona, y constituyen una de las causas más comunes de discapacidad, baja por enfermedad y jubilación anticipada.
Los tipos más comunes de TME relacionados con el trabajo son el dolor de espalda y los dolores en las extremidades superiores. Los factores físicos, organizativos, psicosociales e individuales pueden contribuir a su desarrollo.
De acuerdo con la Encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes de 2019, el factor de riesgo identificado con mayor frecuencia en la UE-27 es el movimiento repetitivo de manos o brazos (señalado por el 65 % de los establecimientos). Otros riesgos relacionados con los TME son permanecer sentados durante largos periodos de tiempo (61 %), que a menudo se considera un riesgo nuevo o emergente de TME, la elevación o desplazamiento de personas o cargas pesadas (52 %), la presión temporal (45 %) y las posturas dolorosas o extenuantes (31 %).
Aunque es posible prevenir los TME, siguen constituyendo el problema de salud relacionado con el trabajo más frecuente en Europa. Esto es un motivo de preocupación no solo por sus efectos sobre la salud de los trabajadores individuales, sino también por su impacto perjudicial en las empresas y las economías nacionales.
Los TME relacionados con el trabajo constituyen una de las causas más comunes de discapacidad y de baja por enfermedad y son la enfermedad profesional más comúnmente reconocida en países como España, Francia, Italia y Letonia. Un tercio de los trabajadores con TME y otros problemas de salud consideran que no podrán seguir ejerciendo su trabajo hasta los 60 años.
Consecuencias de los TME para las empresas y la economía en general.
Los TME afectan a la capacidad de trabajo de las personas y, en consecuencia, constituyen una importante carga económica para las empresas y las economías:
- Absentismo: la ausencia del trabajo debida a los TME representa una elevada proporción de días laborables perdidos en los Estados miembros de la UE. Los trabajadores con TME también son más propensos, como promedio, a ausentarse durante periodos más prolongados.
- Presentismo: experimentar dolor en el lugar trabajo como resultado de un TME puede afectar al rendimiento y la productividad.
- Jubilación anticipada o forzada: los trabajadores que sufren un TME pueden verse obligados a abandonar por completo el trabajo, y tienden a considerar, mucho más que las personas sin problemas, que no podrán desempeñar el mismo trabajo a los 60 años.
Además, los costes directos de los TME relacionados con el trabajo incluyen los recursos utilizados para la atención sanitaria (diagnóstico y tratamiento de enfermedades y gastos de rehabilitación) y los medicamentos, así como los costes de indemnización de los trabajadores. Los costes indirectos incluyen los derivados de las perturbaciones en los equipos de trabajo, las pérdidas de productividad, los retrasos en la producción y la sustitución de trabajadores enfermos (incluida la formación de los nuevos trabajadores) y los costes relacionados con el absentismo o el presentismo. Se estima que, para las empresas, estos costes indirectos son varias veces superiores a los costes directos.
Los TME pueden prevenirse y gestionarse.
La adopción de un enfoque integrado, basado en los principios de la Directiva marco sobre SST, y la promoción de una cultura de prevención en la que participen tanto los empresarios como los trabajadores resultan fundamentales para abordar la cuestión.
- Evaluación de los riesgos en el lugar de trabajo: es fundamental para el éxito de la prevención y debe incluir la preparación, la evaluación y la aplicación de medidas de prevención y de protección. El proceso de evaluación de riesgos debe revisarse y actualizarse periódicamente.
- Una combinación de medidas preventivas para eliminar/controlar los riesgos: debería constituir la máxima prioridad en cualquier lugar de trabajo. Habida cuenta de que son múltiples los factores que provocan los TME, lo mejor es un enfoque combinado que implique, por ejemplo, acciones dirigidas al lugar de trabajo (por ejemplo, la ergonomía), la organización del trabajo (por ejemplo, permitir pausas), los factores psicosociales (por ejemplo, facilitar a los trabajadores el control del ritmo de trabajo) y los trabajadores (por ejemplo, impartir formación sobre posturas correctas).
- Fomentar la participación de los trabajadores: los trabajadores deben participar en la identificación de los riesgos de TME y en las soluciones preventivas para ayudar a las empresas a desarrollar políticas integrales en materia de gestión de los TME. Los temas para suscitar el debate seleccionados por la EU-OSHA pueden utilizarse para facilitar los debates de grupo sobre los TME en el lugar de trabajo o durante la formación.
La solución
Los TME pueden gestionarse y prevenirse, por lo que es posible reducir los costes asociados. Cuando un trabajador/a desarrolla un trastorno musculoesquelético, la adopción de medidas sencillas, como la prestación de apoyo profesional y la adaptación del entorno de trabajo, tan pronto como se manifiestan los síntomas, reduce significativamente la posibilidad de que se registre una ausencia del trabajo a largo plazo.
Estas medidas de prevención e intervención temprana pueden reducir el absentismo, incrementar la productividad y generar ahorros reales para las empresas, así como para los sistemas nacionales de salud y las redes de protección social. La campaña «Trabajos saludables: relajemos las cargas» ofrece pruebas y ejemplos en este sentido, así como enlaces a recursos que pueden ayudar a las empresas a incorporar la lucha contra los TME como parte de la gestión cotidiana de la SST.
Como parte de la campaña, «Trabajos saludables: relajemos las cargas», la EU-OSHA ha creado una base de datos de herramientas prácticas, materiales de orientación y ejemplos de buenas prácticas para contribuir a fomentar la participación de los trabajadores y apoyar a los lugares de trabajo en la gestión de los TME. Otros materiales y publicaciones útiles de la campaña están disponibles en la sección Herramientas y publicaciones.