Estados Unidos etiqueta incorrectamente más del 20% del pescado y el marisco
Una nueva investigación de Oceana – organización internacional dedicada exclusivamente a proteger los océanos del mundo – ha detectado que más del 20% del pescado y el marisco de Estados Unidos (EEUU) está etiquetado incorrectamente, por ello, se pide al Gobierno Federal que amplíe su programa contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, ya que en la actualidad sólo cubre 13 especies.
En 2011, Oceana lanzó una campaña para detener el fraude de productos del mar. Desde entonces, se han estado probando productos del mar de costa a costa de los Estados Unidos. Aproximadamente un tercio de las más de 1,500 muestras que analizaron estaban mal etiquetadas. Oceana presentó estos hallazgos al público e instó al gobierno a actuar, y en 2018, el gobierno federal implementó el Programa de Monitoreo de Importación de Mariscos, que requiere la documentación de captura y la trazabilidad de algunos peces importados en riesgo de fraude y pesca ilegal. El programa fue un excelente primer paso, pero solo se aplica a 13 tipos de pescados y mariscos importados y los rastrea desde el barco o la granja hasta la frontera de los Estados Unidos.
En su estudio más reciente, Oceana probó mariscos populares no incluidos en el programa de trazabilidad federal. Entre marzo y agosto de 2018, Oceana recolectó más de 400 muestras de 24 estados diferentes y el Distrito de Columbia.
Los resultados revelaron que la sustitución de especies sigue siendo un problema: 1 de cada 5 peces analizados estaba etiquetado incorrectamente. Un tercio de los establecimientos visitados vendieron mariscos mal etiquetados. Los mariscos importados se vendieron como favoritos regionales, engañando a los clientes a pensar que sus mariscos son de origen local. Las especies vulnerables, como el mero del Atlántico, se vendieron como una captura más sostenible. Algunos se vendieron con nombres genéricos como «lubina» y «bagre», disfrazando especies de menor valor o enmascarando los riesgos para la salud y la conservación.
Como explican en Gastronomia&CIA, «a raíz de un informe de Oceana, el fraude con los productos pesqueros es un grave problema mundial, una lacra que afecta a la seguridad alimentaria, a la salud de los consumidores, a los ecosistemas marinos, a las especies que en ellos habitan, etc. El caso es que a pesar de que se lucha contra este tipo de fraudes, parece que no deja de crecer, algo causado por la pesca industrializada, intensiva y globalizada.»
Oceana USA comenta que en cada estudio que realiza de este tipo, descubre niveles preocupantes de engaño, por tanto, invita al Gobierno estadounidense a abordar el problema con celeridad por el bien de la salud y los océanos, quizá se podría pensar en adoptar las nuevas directrices de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) para frenar las capturas ilegales de pescado. A través de este documento (Pdf) podréis acceder al informe completo.