El etiquetado del origen de la leche ya es obligatorio

El Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto por el que se establece la obligatoriedad de incluir la indicación de origen en el etiquetado de la leche y los productos lácteos.

Esta nueva medida hará que la información sobre la leche sea más transparente, ya que permitirá a los consumidores conocer los lugares de su procedencia, transformación y envasado.

La portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, comunicó que el etiquetado del origen de leche es necesario para el 88 % de los consumidores españoles. Y remarcó que es “la primera vez” que se aborda este asunto en España y se ha hecho “acomodándose” y armonizando el texto aprobado a las directrices de la Unión Europea y los requisitos que rigen la información alimentaria.
Según Celaá, el etiquetado obligatorio del origen de la leche es una cuestión “importante” que interesa “muchísimo” a los trabajadores de este sector.

En concreto, con este decreto todos los productos lácteos deberán incluir dos nuevas informaciones: el país donde se ha ordeñado el animal y el país en el que se ha producido la transformación de la leche para realizar otros productos o ha sido envasada.

Por que se implementa esta nueva norma de etiquetado?

Según el Gobierno de España, «la normativa responde a la necesidad de dar una solución al consumidor actual, que valora la transparencia y la información del origen de los alimentos que consume». Según datos de varias encuestas aportadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 88 % de los consumidores españoles, un 4 % más que los europeos, estima necesaria la identificación del origen de la leche como producto y como ingrediente de otros productos lácteos, mientras que el 86 % de los distribuidores considera que identificar el origen español aumentaría sus ventas de leche.

Pero además, hay que tener en cuenta que el lácteo vive una crisis continua desde hace años, y los más perjudicados son los ganaderos, que ven como el precio de su leche es inferior a los costes de producción. Un problema que han visto acentuado con el veto ruso y la desaparición de las cuotas europeas de producción. Por lo que, esta nueva ley de etiquetado, les podría ayudar a ser más competitvos en un mercado tan global.

No solamente la leche:

A partir de que la medida entre en vigor se podrá ver el nuevo etiquetado en la leche, bien sea de vaca, cabra u oveja; en todos sus derivados (mantequilla, cuajada, queso, nata, yogures, leche condensada, requesón…); y en cualquier otro producto que utilice la leche como materia prima, siempre y cuando suponga más del 50 % del producto (un ejemplo es el kéfir).

La inversión que significa

La industria láctea desembolsará cerca de 20 millones de euros para adaptarse al real decreto sobre el etiquetado obligatorio del origen de la leche, para lo que disponen de un lapso de cuatro meses – hasta finales de enero de 2019. Así se desprende de la información facilitada a Efeagro por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), en la que se detalla que estos costes se derivan de la sustitución de etiquetas, troqueles y envases.

El director general de Fenil, Luis Calabozo, ha recordado que una de las peticiones de la Federación era tener el tiempo suficiente para poder adaptarse y que considera esos cuatro meses como razonables.

En consecuencia

Desde que iniciativas similares se pusieron en marcha en Portugal, italia y Francia, los exportadores belgas y alemanes notaron una caída en sus exportaciones a estos países. En concreto, Francia ha reducido un 45 % sus importaciones de leche desde que en 2017 entrase en vigor la iniciativa, según señalan desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

Teniendo en cuenta que dentro de la Europa de los 28, España es el séptimo país productor de leche de vaca (con un 4%), las consecuencias podrían afectar bastante el sector internacional. Además, esta producción láctea asciende hasta el primer puesto en el caso de la leche de oveja, con un 17 % del total, y al segundo puesto en el caso de la leche de cabra, con un 22 %. Según los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA, el 88,9 % del total de leche producida por los ganaderos españoles es leche de vaca, el 5,7 % de oveja y el 5,4 % de cabra.

De hecho, la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, organismo que defiende el buen funcionamiento de todos los mercados en interés de los consumidores y de las empresas, considera que esta medida «puede contribuir a compartimentar el mercado por zonas geográficas, restringir la libre circulación de mercancías y afectar a la competencia». Por ello, promoverá que la medida sea solo opcional para los productores.

Fuentes de información: