Disminuyen los residuos de medicamentos veterinarios en los alimentos

La salud y el bienestar de los animales son un componente fundamental de la seguridad alimentaria y cuando hablamos de producción de alimentos de origen animal, ésta debe comenzar en la explotación ganadera. Al proteger la salud y prevenir las enfermedades en los animales, se protege al mismo tiempo la salud pública, la producción animal, las economías rurales y el medio ambiente. Por esto, es imprescindible el uso responsable de los medicamentos en veterinaria ya que su uso podría dejar residuos en los alimentos y no se puede permitir que el nivel de los mismos afecte a la salud de los consumidores.

En este contexto, y según los últimos datos recogidos de 2020, se celebra una buena notícia: los residuos de medicamentos veterinarios y otras sustancias que se encuentran en los animales y en los alimentos de origen animal siguen disminuyendo en la Unión Europea.

Los datos de seguimiento de la EFSA para 2020 cubren 620.758 muestras notificadas por los Estados miembros, Islandia y Noruega. El porcentaje de muestras que excedieron los niveles máximos legalmente permitidos fue del 0,19%. Esta es la cifra más baja de los últimos 11 años, cuando el incumplimiento osciló entre 0,25% y 0,37%.  En 2019, en cambio, la cifra fue del 0,30%.

Además, en 2020 aumentaron las tasas de cumplimiento para agentes antitiroideos, esteroides y lactonas de ácido resorcílico en comparación con 2017, 2018 y 2019.

También se han observado aumentos en el cumplimiento de antihelmínticos, compuestos organoclorados, compuestos organofosforados, colorantes y “otras sustancias”, en comparación con 2017, 2018 y 2019.

Se pueden explorar los resultados con mayor profundidad utilizando la nueva herramienta interactiva de visualización de datos de la EFSA  .

Todos los datos, que suman alrededor de 13 millones de resultados, están disponibles en la Knowledge Junction, el repositorio abierto y curado de la EFSA, que se creó para mejorar la transparencia, la reproducibilidad y la reutilización de las pruebas en las evaluaciones de riesgos para la seguridad de alimentos y piensos.